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[¡Fiesta tricolor en Barranquilla!]
Este miércoles 3 de septiembre de 2025, Barranquilla vibró al compás de cánticos, banderas y emociones en las afueras del lugar donde la Selección Colombia se prepara para uno de los partidos más decisivos de las Eliminatorias Sudamericanas.
La tarde se pintó de amarillo, azul y rojo en un encuentro espontáneo y sentido entre los jugadores y sus hinchas, que se dieron cita para transmitir esa energía que sólo la pasión por el fútbol puede provocar. Niños, familias y seguidores formaron ese mosaico humano que, frente al Metropolitano Roberto Meléndez, se congregó con la esperanza de que Colombia concluya un camino de esfuerzo y regrese a una Copa del Mundo tras ocho años de ausencia.
Entre firmas de camisetas, fotografías y abrazos, figuras como Dayro Moreno, James Rodríguez y Luis Díaz se convirtieron en el puente tangible entre la Selección y su gente. “Una locura”, definió Luis, quien con su experiencia europea en el Bayern de Múnich sabe de la exigencia que se avecina. “Ojalá mañana podamos darles una alegría que merecen”, dijo con la mezcla justa de humildad y compromiso.
La cita es ineludible: jueves 4 de septiembre, 6:30 p. m., estadio Metropolitano Roberto Meléndez. Colombia, sexta en la tabla con 22 puntos, tiene en sus manos la posibilidad de sellar su boleto directo al Mundial 2026 con una victoria ante Bolivia, que, en la octava casilla con 17 puntos, apela a la heroica para soñar con un repechaje. El técnico Néstor Lorenzo no oculta la trascendencia del duelo, que se perfila como una batalla táctica y emocional donde las ilusiones de un país se entrelazan con las de un rival decidido.
Esta antesala, que mezcla el fervor popular con la disciplina profesional, invita a preguntarse: ¿Cómo se sostendrá esa llama de esperanza cuando los focos se enciendan y el árbitro marque el inicio? El fútbol, en su complejidad humana, será el juez último.
Mientras la noche de Barranquilla se despide entre aplausos y bengalas, la incertidumbre se funde con la ilusión. La Selección Colombia está a un paso de regresar al escenario mundial, y el país espera, con el corazón en la garganta, que esa fiesta no sea un preludio sino el inicio de un sueño cumplido. ¿Podrá esta vez la Tricolor escribir con goles la próxima página de su historia?
