La Tercera Brigada del Ejército Nacional, en conjunto con la Policía, desmantelaron tres yacimientos mineros que pertenecían al grupo armado residual Jaime Martínez, los cuales generaron la tala de al menos 3.200 árboles en la vereda San Antonio de Buenaventura, en el Valle del Cauca.
Esta explotación minera ilegal no solo destruía el bosque natural, sino que también era un lucrativo negocio para este grupo guerrillero que hace parte de las disidencias de las Farc, la cual dejaba una renta de 3.500 millones de pesos, al extraer al menos 12 mil gramos de oro anualmente.

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Según las autoridades, este daño ambiental tardaría entre 20 y 30 años para recuperar los 34.000 metros cúbicos destruidos, así como la afectación a las fuentes hídricas de esta zona del país