📸 Cortesía: Pete Linforth en Pixabay
¿La inteligencia artificial paga mejor?
Este lunes 11 de octubre de 2025, la ciberseguridad volvió a demostrar que no solo protege, sino que también premia. Un informe reciente del sector tecnológico revela cómo las habilidades en inteligencia artificial (IA) se han convertido en la llave que abre las puertas a mejores sueldos en este ámbito tan demandado.
En un escenario global cada vez más expuesto, las compañías buscan especialistas que no solo conozcan las bases de la ciberseguridad, sino que dominen la integración de herramientas de automatización, detección avanzada y modelado predictivo. Es una estrategia para anticiparse a amenazas digitales que mutan y sofisticarse día a día. Así lo confirman datos del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) y consultoras como McKinsey y Adecco, que subrayan una brecha creciente entre la alta demanda de estos profesionales y la oferta limitada.
“La ventaja está del lado del talento”, advierte Javier Ortega, analista de CyberSecurity Ventures. “Hoy, un especialista en ciberseguridad con conocimientos de IA puede elegir dónde quiere trabajar. Literalmente”.
La diferencia salarial es palpable. En Europa, un perfil junior en ciberseguridad parte de 30.000 euros anuales. Sin embargo, aquellos que suman competencias en IA disfrutan de una prima del 20% al 30% sobre estos salarios. Para los profesionales con experiencia entre tres y cinco años, los ingresos superan los 45.000 euros; mientras que en el nivel senior pueden llegar a 90.000 euros. En la cúspide, los directores de seguridad de la información (CISOs) de grandes compañías sobrepasan los 100.000 euros. Al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos, las cifras también impresionan: el salario promedio ronda los 99.000 dólares, pero los expertos en IA y aprendizaje automático alcanzan los 120.000 dólares o más, incluso llegando a los 150.000 en posiciones avanzadas.
LinkedIn y el Foro Económico Mundial confirman que la demanda de expertos en IA crece a un ritmo superior al 40% anual en los últimos cinco años y pronostican que para 2026, más del 60% de las empresas habrán incorporado la inteligencia artificial en sus estrategias de seguridad.
La pregunta que queda flotando en el aire es si esta dinámica abrirá paso a una formación más accesible y masiva, o si la brecha entre oferta y demanda seguirá ampliándose, dejando un amplio vacío en la protección digital de nuestras sociedades. ¿Podrá el sector capturar el talento que necesita, o seguirá siendo un campo de juego para pocos? Mientras tanto, la inteligencia artificial no solo refuerza la defensa, sino que redefine las reglas del mercado laboral.
