📸 Cortesía: Javier González Penagos / El Colombiano
«`html¿SILENCIOS QUE HABLAN? LA MOVILIZACIÓN QUE BUSCA DETENER LA VIOLENCIA POLÍTICA EN COLOMBIA
Un domingo de junio que no será olvidado. El 15 de junio en varias ciudades de Colombia, una multitud silenciosa se reunió para alzar una voz potente contra la violencia política tras el ataque al senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay.
La convocatoria, bautizada como Marcha del Silencio, nació en la tarde del miércoles 11 de junio en la Plazoleta Núñez, frente al Congreso de la República. Allí, figuras políticas como la senadora Paloma Valencia y precandidata presidencial, María Fernanda Cabal, el presidente del Senado Efraín Cepeda y la periodista Vicky Dávila, coincidieron en la urgencia de una demostración apartidista que rechace la violencia y exija garantías para la vida y la democracia. “Los violentos no van a escribir el destino de los colombianos… invitamos a todos a la gran ‘marcha del silencio’”, proclamó Valencia. Mientras tanto, Dávila invitó a una movilización que trasciende banderas políticas, convocando a marchar por “la libertad, la democracia, la verdad y la valentía. Colombia no se arrodilla ante el terrorismo”.
El detonante de esta movilización fue el atentado sufrido por Miguel Uribe Turbay el sábado previo, cuando un menor de 15 años disparó contra él durante un acto de campaña en Bogotá. El senador permanece en estado crítico en la Fundación Santa Fe, mientras que el agresor fue detenido en el lugar. La Fiscalía, por su parte, imputó al joven por tentativa de homicidio y porte ilegal de armas. Las investigaciones buscan descifrar si hubo una red o instigadores detrás de este episodio que sacude a la política nacional y ha obligado a reforzar las medidas de seguridad para otras figuras públicas.
Este suceso y la reacción ciudadana plantean preguntas incómodas: ¿qué tan profundo es el deterioro de la tranquilidad democrática? ¿Podrá la unidad silenciosa germinada en la marcha traducirse en respuestas eficaces para proteger la vida y la libertad política en Colombia? La Marcha del Silencio simboliza un llamado urgente para que el país no se rinda frente a la violencia que erosiona la confianza pública y amenaza con oscurecer el horizonte político.
Mientras tanto, la movilización deja una estela de reflexión y esperanza entre quienes se congregaron. Un silencio que grita por justicia, protección y paz en un país que parece caminar a tientas en busca de certidumbre.
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