📸 Imagen cortesía Metro de Medellín
[INNOVACIÓN A TODA MÁQUINA]
El 22 de julio de 2025 amaneció con un brillo especial para Medellín, aunque la noticia se gestó lejos, en Perú, donde el Metro de esta ciudad recibió la patente por un sistema revolucionario: sus ultracapacitores para trenes. Este logro no sólo amplía la huella internacional de un desarrollo tecnológico nacido en tierra paisa, sino que reafirma un liderazgo silencioso y eficiente en la movilidad sostenible.
La apuesta comenzó años atrás, en las aulas y laboratorios de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB). Allí, el docente e investigador Andrés Emiro Díez Restrepo junto a su equipo diseñaron un sistema capaz de recuperar energía mientras los trenes frenan, energía que antes se disipaba como calor inútil. No es cualquier tecnología: un ultracapacitor, que resiste hasta un millón de ciclos de carga y descarga, trabaja codo a codo con un convertidor que regula el flujo energético, mientras un método automático orquesta todo con precisión de relojería.
Lina María Parra, experta en Investigación, Desarrollo e Innovación del Metro de Medellín, detalla el pulso vital del invento: “Esta tecnología almacena la energía liberada en el frenado y la entrega al siguiente tren que parte, manteniendo estable la tensión eléctrica y prolongando la vida de los componentes eléctricos”. Pero hay más: se trata de una contribución directa a esa vieja deuda con el planeta, un guiño a la sostenibilidad ambiental en plena Cuarta Revolución Industrial, donde el control en tiempo real y el procesamiento de datos se vuelven aliados imprescindibles.
Este reconocimiento peruano, que se suma a patentes ya obtenidas en Colombia y Chile, no solo valida la calidad del invento, sino la convicción de un sistema de transporte que entiende a la ciudad y responde con innovación. ¿Qué significa? Que la eficiencia energética del Metro de Medellín no es un capricho, sino un compromiso que trasciende fronteras y señales en pantalla. A partir de hoy, la pregunta es obligada: ¿cuántas otras ciudades seguirán este ejemplo para transformar su movilidad y cuidar su futuro?
Porque la ciencia y la tecnología no solo aceleran trenes: también pueden acelerar cambios profundos en nuestra relación con el entorno.