📸 Cortesía: X @MiguelUribeT
EL ADIÓS DE UNA DAMA DE LA SOLIDARIDAD
En la madrugada del lunes 30 de junio de 2025, la ciudad de Bogotá se vistió de silencio con el fallecimiento de Nydia Quintero, ex primera dama de Colombia y abuela del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay. La mujer de 93 años expiró en la Clínica Fundación Santa Fe, tras sufrir una complicación respiratoria que la mantuvo hospitalizada desde el viernes 27 de junio.
Su muerte ocurre en un momento particularmente delicado para su familia, dado que su nieto sigue internado en la misma clínica luego de un atentado perpetrado a inicios de junio, un eco trágico que añade una sombra al duelo familiar y político.
Originaria de Neiva y nacida en 1931, Quintero asumió el rol de primera dama entre 1978 y 1982 durante la presidencia de Julio César Turbay Ayala, su esposo. Sin embargo, su verdadero legado trasciende los muros de la Casa de Nariño; es su incansable labor humanitaria a través de la Fundación Solidaridad por Colombia, fundada en 1975, la que la convirtió en un símbolo de entrega y compasión. Desde esta plataforma impulsó iniciativas como la emblemática Caminata de la Solidaridad, que reunió a miles en torno a causas sociales, ganándose reconocimientos tanto nacionales como internacionales.
El peso de su ausencia fue confirmado en redes por María Carolina Hoyos, su nieta, quien expresó con emoción: Mamita… vuela alto y en paz. Hoy el cielo recibe a una gigante: la dama de la solidaridad. Gracias por ser mi mamá de la vida, mi refugio cuando perdí a la mía. Descansa en paz, mami. Tu misión fue cumplida con amor.
Las voces públicas no se hicieron esperar. El expresidente Álvaro Uribe Vélez la recordó como un ejemplo de vida y de servicio a los más necesitados, refiriéndose a ella con un respeto que trasciende la historia política y toca la fibra humana de un país en busca constante de referentes éticos y solidarios.
En medio del dolor y la incertidumbre, el país reflexiona: ¿qué queda cuando la figura que encarnó la solidaridad y el compromiso social se apaga? El legado de Nydia Quintero invita a mirar hacia adelante, sí, pero también a rescatar la humanidad y la empatía en tiempos donde ambas parecen amenazadas.
