Este conflicto, presente desde hace décadas, se agudizó el fin de semana, después de que el grupo terrorista palestino Hamas atacara a población civil en zonas pobladas de Israel que limitan con la Franja de Gaza. Este territorio, asediado y bloqueado por Israel, es uno de los centros más densamente poblados del mundo, con dos millones de habitantes en 365 kilómetros cuadrados.
Al comenzar esta ofensiva militar, el Gobierno de Israel declaró estado de emergencia y estado de guerra. Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, señaló que tomarán las medidas necesarias para desarticular a Hamas, e hizo la siguiente advertencia a los residentes de Gaza “váyanse ahora porque actuaremos con fuerza en todas partes”. Esta advertencia se señaló por los palestinos como hipócrita, señalando que la Franja se ha convertido en un campo de concentración a cielo abierto del cual no pueden salir.
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Las Fuerzas de Defensa de Israel activaron el llamado a la reserva militar, haciendo un llamado a más de 300.000 israelíes para que se presenten como activos de reserva para la guerra. De acuerdo con esta entidad, más de 700 personas han muerto en Israel por los ataques y bombardeos desde Gaza y Líbano. Además, el grupo Hamas confirmó tener más de 100 rehenes de diferentes países en su poder.
Por la parte Palestina, aumenta más de 560 la cifra de civiles palestinos asesinados por la respuesta militar de Israel en su territorio. A pesar de que Netanyahu anunció la guerra contra Hamas, han limitado su control al cierre de las fronteras, incluyendo cortes en los servicios de electricidad y agua hacia Gaza, afectando a la población civil además de los ataques.
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Según reportes oficiales, hasta el momento, en Gaza fueron asesinadas 500 personas palestinas, incluyendo a 91 niños y 61 mujeres. Son casi 3.000 personas las que se reportan heridas desde que comenzaron los enfrentamientos. De acuerdo con la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos, más de 123.000 personas se han visto desplazadas en la zona.
Cabe recordar que Hamas es una organización considerada terrorista por Estados Unidos y por la Unión Europea que ocupa la administración militar de la Franja de Gaza, pero que no representa un poder gubernamental ni de representación. Sin embargo, la Unión Europea castigó a la nación completa con la suspensión de las ayudas humanitarias y económicas.
