La comunidad de Palacios, Costa Rica, no cuenta con acceso a saneamiento ni agua potable por cañería, por lo que en las casas tienen pozos para extraer agua. Las Asociaciones Administradoras de los Sistemas de Acueductos y Alcantarillados comunales (ASADAS) más cercanas se encuentran a 10 kilómetros, y no hay sistema de alcantarillado disponible.
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La escuela también enfrenta desafíos relacionados con el acceso al agua y saneamiento, lo que provocó que miles de niños dejaran de estudiar. Aunque cuenta con un pozo perforado y una bomba eléctrica que suministra agua a baños, pilas y cocina, las intensas lluvias en la zona rural del Caribe de Costa Rica, especialmente en la segunda mitad del año, provocan problemas en el suministro eléctrico. Sin electricidad, no es posible bombear agua al tanque, lo que impide que los estudiantes utilicen los baños, se higienicen y beban agua.
El Ministerio de Educación Pública (MEP) establece la obligatoriedad del acceso al agua en los centros educativos para garantizar la salud y salubridad de los estudiantes. Cuando hay interrupciones en el suministro eléctrico, la escuela se ve obligada a cerrar, y los estudiantes pierden días de clase.
En 2022, el MEP recibió asesoría técnica de UNICEF, la UNOPS y financiamiento de la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estados de los Estados Unidos (BPRM) para mejorar las condiciones de acceso al agua en 11 centros educativos de Cariari y Barra del Colorado, beneficiando a 1100 niños. El proyecto invirtió 311.000 dólares en infraestructura de conexión de agua, saneamiento de aguas grises e instalaciones sanitarias.
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Las escuelas seleccionadas para el proyecto presentan problemas en el acceso al agua potable, se encuentran en comunidades vulnerables con bajos niveles de ingreso, tienen una significativa cantidad de personas migrantes, requieren asistencia humanitaria y están ubicadas en zonas con alta vulnerabilidad climática.
El acceso a agua limpia, higiene y saneamiento ambiental es fundamental para el derecho a una educación de calidad, y este proyecto no solo beneficiará a los centros educativos sino también a las comunidades vulnerables. La iniciativa incluye la construcción de tanques sépticos, baños para personas con discapacidad y nuevas pilas, mejorando la autonomía de los estudiantes para lavarse las manos y tomar agua.