MinDefensa aclara su presencia en acto con cabecillas en Medellín: “Yo no subí a negociar con delincuentes”

📸 Cortesía: Joel González – Presidencia
¿Paz o paradoja en La Alpujarra?

Este lunes 23 de junio de 2025, Medellín despertó con un eco inquietante: el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, aclaraba su presencia en un acto que ha conmocionado a Colombia.

El pasado sábado 21 de junio, en la emblemática plazoleta de La Alpujarra, el presidente Gustavo Petro convocó un evento titulado “Un pacto por la paz urbana”. Sin embargo, lo que debía ser un gesto hacia la reconciliación social se tornó en polémica: nueve cabecillas de estructuras criminales, actualmente presos en la cárcel de máxima seguridad de Itagüí, fueron trasladados bajo estricta custodia y expuestos públicamente en una tarima oficial. Entre ellos, alias Douglas, alias Tom y alias Carlos Pesebre, figuras señaladas de liderar organizaciones como ‘La Oficina’. La senadora Isabel Cristina Zuleta, encargada de la construcción de paz en Medellín y el Valle de Aburrá, autorizó su traslado a pocos días del evento, según la resolución 005208 del 19 de junio.

Pedro Sánchez, Ministro de Defensa, intervino este lunes para despejar dudas y suspicacias. Afirmó que desconocía la presencia de estos líderes criminales en la tarima y defendió su asistencia al acto como parte de la política de “paz total” promovida por el gobierno. “Cuando llegué allá, que era la instauración de la paz, no sabía que estaban allá. No estaban en libertad, estaban totalmente custodiados”, declaró a medios nacionales. Subrayó además que su cartera no negocia con delincuentes: “El Ministerio de Defensa no negocia, actúa. No estoy para negociar, estoy para aplicar la ley”.

Este acto no solo ha provocado críticas desde distintos sectores, que cuestionan la legitimidad y las consecuencias de exponer públicamente a criminales en espacios oficiales, sino que también abre un debate profundo sobre las estrategias del Gobierno para alcanzar la paz. ¿Es posible un acuerdo con los actores del crimen sin diluir las líneas de la justicia? ¿En qué medida esta política puede erosionar la confianza ciudadana en las instituciones?

Mientras Colombia observa con atención y expectación, las sombras de La Alpujarra recuerdan que la búsqueda de la paz no es un trayecto lineal ni exento de contradicciones. ¿Podrá el Estado reconciliar la justicia y la paz sin caer en paradojas que manchen su legitimidad? La ciudadanía espera respuestas que aún parecen lejanas.

Comparte en tus redes sociales

0 0 Votos
Puntua este contenido
Suscribir
Notificar de
guest
0 Comentarios
Más antiguo
Lo más nuevo Más votado
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios