
Según proyecciones del FMI, la expectativa del crecimiento económico esperado para América Latina en 2022, baja a 2,4%, debido a los efectos de la guerra Ucrania – Rusia y, entre otras, la variante ómicron, interrupciones en las cadenas de suministros y las presiones inflacionarias; de acuerdo con su análisis, si bien se afectarán las economías de América Latina, los efectos serán mayores en otras latitudes.
Conforme a un análisis de la agencia calificadora Moody’s, la alta inflación en Latinoamérica, llevará a los bancos centrales de cada país, a incrementos adicionales en las tasas de interés durante este año, esperando que los aumentos de los precios se desaceleren durante el segundo semestre; según éstos, las principales economías de América Latina, mantendrán su inflación por encima de las proyecciones de sus bancos centrales en el lapso de 12 a 18 meses.
Finalmente, acorde al concepto del Vicepresidente Senior de Moody’s, Gersan Zurita, los países más afectados con incrementos de los precios de los alimentos, energía eléctrica y la depreciación de sus divisas, son: Brasil, Chile, Colombia, México, y Perú.
Perspectiva preocupante para nuestras economías.