📸 Imagen cortesía @SLBenfica
¿El regreso del mago?
Este jueves 18 de septiembre de 2025, en la luminosa Lisboa que parece recordar viejos ritos futbolísticos, José Mourinho volvió al Benfica. Una vuelta que no es sólo un contrato, sino un retorno casi místico a un hogar visitado brevemente hace 25 años. A sus 62 años, el entrenador portugués firma hasta 2027 con una promesa condicionada: reevaluar su misión al final de esta temporada. La urgencia es evidente: enderezar el rumbo de un equipo sacudido tras la derrota ante el Qarabag, que precipitó la salida de Bruno Lage.
El Benfica vive un momento crítico. La inesperada eliminación en la fase de grupos de la Champions League, un golpe violento, forzó cambios que no admiten demoras. Bruno Lage salió el martes pasado, y en apenas días, Mourinho emergió como la figura salvadora, justo cuando dejaba Turquía y el Fenerbahçe, un adiós también guardado en la memoria del rey de las sorpresas tácticas. “José Mourinho no necesita presentación”, sentenció Rui Costa, presidente del club, en el acto donde se selló esta alianza, con palabras llenas de respeto: “Es un ganador cuyo nombre pesa en la historia del fútbol”.
Mourinho no se limita a firmar; regresa con el corazón encendido. En rueda de prensa dejó claro que esto va más allá de su legado: “Ningún otro club me ha hecho sentir tan honrado y motivado. Viviré para este club, esa es mi misión”. Un compromiso que no es mera retórica, sino un desafío ante la afición y la historia del Benfica.
Este sábado, en la Primeira Liga, Mourinho dirigirá su primer encuentro de esta etapa de regreso, enfrentando al AVS. Pero su verdadero examen llegará en la Champions, donde pretende transformar el desconcierto en gloria. El retorno del mago es ahora una cita con el destino del Benfica. ¿Será suficiente su aura para iluminar la oscuridad que invade Lisboa? La incertidumbre persiste, y con ella, la esperanza de un milagro futbolístico en marcha.
