📸 Imagen cortesĂa
[ENCUENTROS DE MEMORIA, ENTRE EL DOLOR Y LA ESPERANZA]
Sanar, recordar, resistir.
Desde agosto y hasta octubre de 2025, cinco corregimientos de MedellĂn se convierten en escenario de un acto singular: el Museo Casa de la Memoria impulsa una serie de encuentros comunitarios que buscan más que rescatar relatos. Es un llamado a la sanaciĂłn colectiva, un abrazo simbĂłlico para territorios marcados por el conflicto armado.
ÂżQuĂ© ocurre? Talleres abiertos a la comunidad que usan el cuerpo, la palabra y los afectos como caminos para activar memorias vivas. AllĂ se despliegan cĂrculos de la palabra, mapas del territorio, relatos de vida, herbolarios, y poesĂa. Herramientas que, recuerda la directora del museo, “no solo habitan en documentos o monumentos, sino en la experiencia encarnada de quienes habitan y transforman sus entornos”.
ÂżQuiĂ©nes participan? Cualquier persona interesada en reconstruir y compartir historias, mediante metodologĂas participativas y sensibles. Este pulso colectivo pretende fortalecer la dignidad, el arraigo y la justicia simbĂłlica. Y no son encuentros aislados, forman parte de una agenda más amplia del museo que busca dignificar la memoria de MedellĂn y Colombia, promoviendo la conversaciĂłn, el encuentro y, sobre todo, la no repeticiĂłn.
¿Por qué ahora? Porque en territorios donde la violencia ha dejado huellas persistentes, la memoria es un derecho y un acto de reparo. Estos espacios evidencian que sanar es también reconocer, es convocar a aquellos que fueron silenciados. Construir archivos vivos a partir del saber ancestral es una manera de decir que el pasado, con toda su complejidad, exige ser escuchado para construir un futuro distinto.
¿Cómo inscribirse? La convocatoria está abierta y el registro se hace a través del sitio oficial www.museocasadelamemoria.gov.co, invitando a la población a ser parte de una experiencia donde el cuerpo y la palabra se hermanan para cuidar lo vivido y apostar por la reconstrucción social.
Mientras tanto, la memoria, lejos de quedar encerrada en vitrinas, se despliega como motor de justicia simbĂłlica y sanaciĂłn colectiva, en un MedellĂn que todavĂa busca cerrar sus heridas desde los relatos compartidos y las voces que no quieren quedar en el olvido. ÂżPodrá esta apuesta comunitaria enriquecer el tejido social y ayudar a que la historia deje de repetirse?