📸 Cortesía: Colprensa – Álvaro Tavera / Semana
Acusaciones de Maduro contra Uribe generan controversia regional
El 4 de septiembre de 2025, Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, afirmó que el expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez sería el “heredero” del imperio de Pablo Escobar, sin presentar pruebas que sostengan estas declaraciones. Las acusaciones desataron una polémica regional, en la que Maduro señaló a Uribe como una figura clave en la supuesta consolidación de un narcoestado en Colombia.
Maduro realizó estas afirmaciones durante una alocución presidencial transmitida desde Caracas. En su intervención, aseguró que “Uribe fue el heredero de Pablo Escobar Gaviria y logró el sueño de que un presidente del cartel de Medellín llegara a la Casa de Nariño. En Colombia lo saben”. También mencionó que periodistas colombianos serían testigos de esta relación, aunque no aportó detalles ni evidencias que la respalden.
El mandatario venezolano informó que, a pesar de la millonaria inversión internacional a través del Plan Colombia, programa antidrogas respaldado por Estados Unidos desde el año 2000, los cultivos ilícitos y la producción de cocaína en Colombia han aumentado. Según Maduro, la élite económica colombiana “se ha sustentado en la cocaína durante 30 años”. Además, destacó que durante la administración de Iván Duque el área sembrada de coca alcanzó niveles históricos, situación que, a su juicio, el gobierno actual de Gustavo Petro no ha logrado revertir.
Estas graves acusaciones se dan en un contexto de tensión diplomática creciente entre Colombia y Venezuela, tras un reciente intercambio de mensajes en redes sociales entre Álvaro Uribe y Diosdado Cabello, ministro del Interior venezolano, sobre seguridad en la frontera y asuntos políticos regionales. Uribe respondió calificando a Cabello como “bandido”, en reacción a señalamientos y amenazas previas del gobierno venezolano contra líderes opositores.
La controversia mantiene en alerta a las autoridades de ambos países, mientras sectores políticos y sociales monitorean el desarrollo de esta disputa. Se espera que las próximas semanas sean decisivas para el diálogo o el aumento de las tensiones bilaterales.