📸 Cortesía: D.R.A. / redes sociales
¿CONSPIRACIÓN EN LA VICEPRESIDENCIA?
Un eco inquietante recorría el domingo 29 de junio de 2025, cuando Francia Márquez, vicepresidenta de Colombia, negó con contundencia su participación en un supuesto plan para destituir al presidente Gustavo Petro.
La controversia estalló tras la publicación de audios por el diario El País de España, en los que el excanciller Álvaro Leyva revelaba supuestas reuniones mantenidas en abril de 2025 en Nueva York con asesores de congresistas republicanos estadounidenses Mario Díaz-Balart y Carlos Antonio Giménez. En esas charlas, Leyva sugería la existencia de un complot para apartar a Petro de la presidencia y colocar a Márquez a la cabeza de la nación, argumento que ella ha desmentido con firmeza.
En un comunicado difundido a través de sus redes sociales y medios de comunicación, Márquez fue categórica: No existe la posibilidad de que me preste para conspiraciones. La vicepresidenta añadió que posee la conciencia tranquila, la mente clara y el corazón firme, asegurando un profundo respeto por el orden constitucional y la autoridad legítima del presidente como símbolo de unidad nacional. Jamás he traicionado ni cuestionado esa autoridad, afirmó en tono firme y sin reservas.
El audio filtrado de Leyva complica el escenario político. En sus palabras, la estrategia buscaba apoyo internacional para una eventual destitución de Petro, con la vicepresidenta supuestamente informada o alineada con esa intención. Este episodio abre interrogantes sobre las tensiones internas del gobierno y el papel de influencias extranjeras en la política colombiana.
La vicepresidenta Márquez ha rechazado con vehemencia esas afirmaciones y, mientras tanto, la ciudadanía observa con escepticismo cómo estas sombras podrían erosionar la confianza en las instituciones. En un momento de alta polarización, uno se pregunta si las voces del poder podrán superar estos fantasmas o si permanecerán atrapadas en una crisis que aún no se esclarece del todo.
