Nuevo suplemento científico analiza el estancamiento en la reducción de nacimientos prematuros

NACER ANTES DE TIEMPO, UN DRAMA SIN SALDO A FAVOR
Un silencio inquietante.

Este jueves 26 de junio de 2025, la revista BMC Reproductive Health, en conjunto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras entidades internacionales, lanzó un reporte que vuelve a poner bajo la luz un problema persistente: el estancamiento en la reducción mundial de los nacimientos prematuros.

El suplemento especial, titulado Born Too Soon, actualiza y amplía con nuevos datos la radiografía de esta emergencia que amenaza la salud materna y neonatal global. Se basa en el análisis de más de 220 millones de nacimientos ocurridos en 103 países, y revela que la tasa de bebés que llegan antes de tiempo no muestra un descenso significativo en la última década, pese a campañas y programas implementados en todo el mundo.

Lo que se sabe hasta el momento es que uno de cada diez bebés nace prematuro, cifra que supera los 13 millones de recién nacidos cada año. Esta realidad no distingue fronteras: desde África hasta Europa, América o Asia, la proporción se mantiene, lo que convierte a la prematuridad en la primera causa de mortalidad infantil. Solo en 2019, más de 900.000 niños menores de cinco años fallecieron por complicaciones asociadas a nacer antes de término. Además, quienes sobreviven enfrentan una larga trayectoria marcada por dificultades para aprender, discapacidades y problemas sensoriales severos.

La raíz del estancamiento es profunda y múltiple. La inequidad global emerge con crueldad: en países con menos recursos, la mitad de los bebés que nacen antes de las 32 semanas no logran sobrevivir debido a la ausencia de cuidados básicos y costo-efectivos. En contraste, en las naciones más ricas la supervivencia casi roza lo universal. Pero la brecha no termina ahí: pobreza, acceso limitado a servicios de salud, y desigualdades estructurales prolongan esta tragedia.

En palabras de los expertos de la OMS y UNICEF, la situación actual requiere no solo mantener — sino aumentar — el compromiso global. «El mundo debe dar un paso adelante para garantizar que ningún bebé vea la luz en condiciones que comprometían su vida y desarrollo,» advierten. Mientras tanto, la comunidad internacional enfrenta el desafío urgente de cómo hacer que la promesa de salud materna y neonatal sea una realidad para todos, sin excepción.

¿Podrán las políticas públicas y la cooperación internacional romper este ciclo de estancamiento? A partir de ahora, quienes defienden la vida temprana tendrán que encontrar respuestas que vayan más allá del discurso, mirando de frente a la inequidad y a la urgencia de actuar. Porque, en definitiva, la vida que comienza antes de tiempo merece dejar de ser una batalla perdida.

Comparte en tus redes sociales

0 0 Votos
Puntua este contenido
Suscribir
Notificar de
guest
0 Comentarios
Más antiguo
Lo más nuevo Más votado
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios