📸 Cortesía: Instagram @mcarolinahoyost
«`htmlCORAZONES ENTRE DOS BATALLAS
En la madrugada del viernes 27 de junio de 2025, el entorno del senador Miguel Uribe Turbay se tiñó de incertidumbre y preocupación. En la misma Fundación Santa Fe de Bogotá, donde el congresista lucha por su recuperación tras el atentado sufrido el pasado 7 de junio, su abuela, Nydia Quintero, fue hospitalizada por una repentina afección respiratoria.
El anuncio llegó a través de María Carolina Hoyos Turbay, hermana del senador, quien señaló con pesar que aquella noche su corazón estaba dividido entre dos habitaciones. Por un lado, Miguel Uribe, un “guerrero incansable”, acababa de salir de una cirugía exitosa; por otro, su abuela, a sus 94 años, enfrentaba un cuadro clínico delicado bajo estricta observación médica. “Hoy tengo el corazón repartido entre dos habitaciones en la Fundación Santa Fe”, escribió la hermana, dando voz a la dualidad emocional que embarga a la familia.
Esta simultaneidad en las pruebas familiares no es solo un dato frío. Se trata de un momento en el que la fragilidad humana se siente más palpable, especialmente para Diana Turbay, madre de Miguel y bisnieta de Nydia, quien atraviesa el difícil trance de ver a su hijo y a su madre hospitalizados al mismo tiempo. A pesar de que los detalles médicos sobre el estado de Nydia Quintero permanecen reservados, la familia ha apelado al respeto y a la contención pública, solicitando acompañamiento en forma de pensamientos y oraciones.
Lo que está en juego va más allá de la salud física; es un cuadro que provoca reflexión sobre la vulnerabilidad, la solidaridad y la esperanza. Mientras la Fundación Santa Fe se convierte en un refugio de incertidumbres, Colombia se asoma a esta historia con rostros de empatía y silenciosas plegarias.
¿Cómo enfrentará la familia Uribe Turbay estos días de doble desafío? ¿Podrán las voces de apoyo y las oraciones ser un bálsamo que dé respiro en medio de tantas sombras? Por ahora, solo el tiempo y el cuidado médico podrán ofrecer respuestas.
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