Foto: Cuenta de X de Sophie Binet, secretaria general de la Confederación General del Trabajo
Con un resultado de 780 votos a favor, 72 votos en contra y 50 abstenciones, el Parlamento francés aprobó la inclusión del aborto como un derecho constitucional, convirtiéndose así en el primer país del mundo en hacerlo. Francia, donde la interrupción voluntaria del embarazo es legal desde 1975, acaba de blindar el derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad.
Este lunes se realizó una votación conjunta entre diputados y senadores del Congreso francés en el Palacio de Versalles después de que se aprobara el último debate en la Asamblea Nacional el pasado 2 de febrero. Este proyecto, impulsado por el Gobierno de Emmanuel Macron y los partidos de izquierda, logró la adhesión por parte de partidos conservadores y de centro derecha.
En una batalla por la dignidad humana, Francia instalará esta nueva ley en el artículo 66 del título VIII de su constitución y se verá reflejada de la siguiente manera: “Artículo 66. 2. Nadie puede obstaculizar el derecho fundamental a la interrupción voluntaria del embarazo”. Así, acompañará el primer inciso del artículo que prohíbe la pena de muerte.
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Gabriel Attal, primer ministro de Francia por el partido de centro Renaissance, celebró la decisión tomada por el Congreso. “Francia ha enviado hoy un mensaje histórico al mundo entero: los cuerpos de las mujeres les pertenecen y nadie tiene derecho a disponer de ellos en su lugar”, manifestó.
Aunque frente al tema del acceso no se han destinado los suficientes recursos legales, la intención de esta ley es evitar la obstrucción al mismo. En Francia, casi 200.000 mujeres abortan cada año; una de cada tres mujeres en promedio utiliza este recurso en su vida, según indica el documento de aprobación.