📸 Imagen cortesía Área Metropolitana del Valle de Aburrá
¿Regreso a casa o segunda oportunidad?
En los bosques del municipio de Segovia, Nordeste de Antioquia, una pareja de tití gris (Saguinus leucopus) emprendió un regreso tan esperado: volver a la libertad que les pertenece. Estos primates, endémicos de Colombia y catalogados en peligro de extinción por la UICN, sellaron un ciclo que duró más de dos años entre atención médica, rehabilitación y esperanza.
El macho apareció en diciembre de 2022, entregado voluntariamente en condiciones precarias: bajo peso, salud deteriorada. La hembra, aún cría, llegó un año después, incapaz aun de desenvolver las artes esenciales para sobrevivir en la selva. Ambos fueron recibidos en el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre (CAVR) del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, donde un equipo dedicado trabajó para estabilizarlos. Posteriormente, la diligencia los condujo a Corpocaldas para un proceso intensivo de rehabilitación y análisis genético, que confirmó su origen en el Bajo Cauca antioqueño y el sur de Bolívar, regiones clave para la conservación de la especie.
La liberación, casi poética, se hizo en la Reserva Ecológica Popales, gracias a la alianza entre el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Corpocaldas, Corantioquia y la Universidad CES. No fue una liberación abrupta, sino una “liberación blanda”: un periodo en un recinto temporal dentro del bosque, donde cámaras trampa y guardabosques observaron el renacimiento de conductas vitales: búsqueda de alimento, llamadas de alerta, movimientos ávidos, encuentros sociales. Solo al constatar que podían valerse por sí mismos, se abrió la puerta definitiva. La esperanza, palpable, es que estos titíes inicien ahora una vida plena en lo natural.
Este retorno representa más que un acto de liberación. Es un capítulo esperanzador en la lucha contra la extinción, una apuesta colectiva que revela cuánto depende de la colaboración institucional y del compromiso humano con las especies que comparten nuestro mundo. Sin embargo, queda la pregunta que no cesa: ¿podrá su especie, y tantas otras, sostenerse frente a las amenazas que aún persisten en estos ecosistemas frágiles? La mirada atenta y el empeño constante serán la respuesta que los bosques y sus habitantes requieren.


