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¿Consulta popular para salvar la reforma laboral?
Este lunes 16 de junio de 2025, en Colombia, el presidente Gustavo Petro reafirmó su apoyo firme a la controvertida reforma laboral que impulsa su Gobierno. Frente a los constantes obstáculos en el Congreso, no descartó la posibilidad de llevar el proyecto a una consulta popular nacional como mecanismo para superar el bloqueo.
El Senado discute en estos días los últimos 19 artículos críticos de esta reforma, luego de que el Congreso aprobara solo la mitad del total. La división política es profunda y las críticas, tanto de empresarios como de algunos sectores políticos, no cesan. Para ellos, el proyecto amenaza la creación de empleo formal y encarece los costos laborales; mientras, en la otra orilla, el Gobierno y los sindicatos lo defienden como un paso necesario para recuperar derechos laborales históricamente negados.
La reforma laboral plantea cambios trascendentales: subir el recargo por trabajo dominical y festivo del 75% al 100%, extender el horario nocturno a partir de las 7:00 p.m., garantizar formalidad en sectores tradicionalmente marginados, y promover que los contratos a término indefinido sean la norma. Destacan también medidas específicas para trabajadores de plataformas digitales, estudiantes de medicina, personas con discapacidad y el sector rural.
Pero, ante el impasse en el Capitolio y la posibilidad latente de que el texto sea archivado o desnaturalizado, Petro firmó un decreto convocando una consulta popular. El presidente justificó esta vía extraordinaria como necesaria para escuchar directamente a la ciudadanía y evitar que la reforma, que busca reparar décadas de desigualdad laboral, quede varada entre disputas políticas.
La incertidumbre persiste. ¿Podrá la consulta popular destrabar un debate cuya importancia trasciende lo político para tocar la vida cotidiana de millones? Mientras tanto, el país se prepara para una decisión que podría marcar un antes y un después en sus relaciones laborales y sociales. El reloj legislativo avanza, pero la reforma y su futuro siguen siendo un campo en plena batalla.
¿Será esta consulta la llave para que la justicia laboral avance en Colombia, o apenas un vehículo para prolongar la controversia? El tiempo y la voz popular tendrán la última palabra.
