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¿Golpe en Cartagena?
Este lunes 18 de agosto de 2025, Cartagena fue escenario de una polémica que trasciende el Congreso Empresarial Colombiano. El presidente Gustavo Petro lanzó acusaciones públicas contra Bruce Mac Master, líder de la ANDI, por supuestos vínculos con un intento de golpe de Estado.
Durante el evento, y tras verse excluido del foro empresarial, Petro no se contuvo en sus redes sociales. Cuestionó a Mac Master por su aparición en grabaciones de Álvaro Leyva, excanciller y protagonista de una filtración que reveló conversaciones sobre un supuesto plan para desestabilizar al gobierno. “¿Se atrevió a colaborar en un golpe de Estado?”, planteó Petro, acusando además que la ovación empresarial al presidente de la ANDI sería una legitimación tácita de esos intentos sediciosos.
Mac Master respondió con dureza y claridad, negando cualquier implicación ilícita y defendiendo su imagen ante el país. Rehúso a imputaciones sin pruebas y advirtió que, de continuar las acusaciones, no dudaría en acudir a la justicia nacional e incluso a tribunales internacionales para proteger su honra. En un llamado directo, desafió al mandatario a aclarar también los “temas pendientes” que pesan sobre el Ejecutivo, proponiendo un debate público sobre la transparencia y responsabilidad en el liderazgo.
El trasfondo revela una tensión creciente entre el poder político y los sectores empresariales, una brecha que se profundiza tras la filtración de grabaciones de Leyva en julio. Allí, se aludía a la necesidad de un acuerdo nacional para frenar la gestión de Petro, mencionando vínculos con “los gremios más importantes”. El episodio pone en evidencia no sólo la crisis de confianza institucional, sino también el desgaste del diálogo público y la polarización en torno al futuro del país.
Mientras la controversia se extiende, queda la pregunta: ¿podrán el Estado y la oposición encontrar un terreno común más allá de las acusaciones mutuas y la desconfianza? En tiempos donde el país parece frágil, la ciudadanía espera que estas disputas no terminen de erosionar la ya vacilante estabilidad democrática.