
En 2019, un hombre de EE. UU. llamado Bryce Cleary, fue demandado por más de una docena de familias por supuestamente haber donado su esperma de manera compulsiva y engañosa, lo que resultó en al menos 17 hijos concebidos.
Según los informes, Cleary no siguió los procedimientos legales requeridos para ser donante de esperma, como las pruebas de salud, psicológicas y de antecedentes familiares. También engañó a las mujeres que usaron su esperma al presentarse como un donante anónimo, pero luego se presentaba ante los niños como su padre biológico.
En otro caso similar, un donante de esperma holandés llamado Ed Houben afirma haber engendrado a más de 100 hijos. Houben, quien se autodenomina «donante de esperma natural», utiliza su propio método no médico para donar esperma, teniendo relaciones sexuales con mujeres que desean concebir.
Según la ley holandesa, un donante de esperma sólo puede engendrar a un máximo de 25 hijos, y sus hijos biológicos tienen derecho a conocer su identidad a los 16 años. Houben afirma que los niños son bienvenidos en su hogar y que los cuida tanto como puede.
La donación de esperma es un tema delicado, y muchos argumentan que se debe tener mucho cuidado en cómo se lleva a cabo para evitar situaciones como la de Bryce Cleary y Ed Houben. Aunque es comprensible que muchas personas desean tener hijos, la seguridad y el bienestar tanto de los donantes como de los niños concebidos deben ser siempre la principal preocupación.
También le podría interesar: