Durante semanas, se ha venido presentando una reducción drástica en el nivel del sistema de Chingaza, que lleva agua potable a Bogotá, llegando a un bajo histórico del 15,28 %; su meta es devolver el embalse a un 20 % de su capacidad con las medidas actuales de racionamiento. Sin embargo, será difícil, teniendo en cuenta que el consumo no baja de los 15 metros cúbicos por segundo.
En Medellín y su área metropolitana la situación es diferente. Los principales embalses del sistema que traen el agua a la ciudad se encuentran en valores que rondan el 35 y el 55 % de su capacidad, incluso llegando a valores superiores. Piedras Blancas, el mayor de ellos, subió del 30 % en marzo al 50 % en abril, y esta tendencia se mantiene.
Piedras Blancas, principal embalse del sistema, vio su peor mes en marzo de este año, registrando niveles apenas superiores al 30 % de su capacidad. Para abril, su capacidad ya aumentó a niveles cercanos al 50 %, y se espera que continúe esta tendencia. El embalse de La Fe alcanzó una capacidad del 55 %, mientras que Riogrande II superó el 36 %.

Por ello, tanto John Maya, gerente de EPM, como Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín, realizaron un parte de seguridad, indicando que, por lo pronto, no se espera un racionamiento de agua en la ciudad o su área metropolitana.
Por estos motivos, Medellín no tendría racionamiento de agua como en Bogotáhttps://t.co/KZDtQXwyiX#Racionamientodeagua #Medellín #Bogotá #sistemadeChingaza #niveldelembalse #consumodeagua #áreametropolitana #embalses #PiedrasBlancas #capacidad #EPM #FedericoGutiérrez pic.twitter.com/6J4xKVqhbq
— Nos cogió la noche Cosmovision (@noscogiolanoche) April 17, 2024
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