Jennifer Crumbley, de 45 años, y James Crumbley, de 47, son los primeros padres en Estados Unidos acusados de un tiroteo masivo en una escuela cometido por su hijo, quien será juzgado en marzo. Esto es debido a que Jennifer Crumbley es acusada de ser gravemente negligente cuando no les dijo a los funcionarios de Oxford High School que la familia tenía armas de fácil acceso, incluida una pistola de 9 mm que fue utilizada por su hijo, Ethan Crumbley, en un campo de tiro apenas unos días antes.
Ethan parecía tener ya su pan organizado ya que el día de la masacre, habría hecho un dibujo en el que aparecía un arma, una bala y un hombre herido. La escuela al ver ese dibujo avisó a los padres y los citó a una reunión en la que decidieron no llevarse al niño a casa y en la tarde habría sacado un arma con la que le disparó a 10 estudiantes y un maestro, matando a 4 compañeros.

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Poniéndonos en el marco Colombiano, el Código Civil,contempla que: «Los padres serán siempre responsables del daño causado por las culpas o los delitos cometidos por sus hijos menores, y que conocidamente provengan de la mala educación, o de hábitos viciosos que les han dejado adquirir» (Artículo 2348). Igual debería pasar en lo penal.
La pena máxima por homicidio involuntario es de 15 años de prisión, de los cuales, Los Crumbley ya han cumplido más de dos años, al no poder pagar una fianza de 500.000 dólares mientras esperaban el juicio. Ethan Crumbley, que ahora tiene 17 años, se declaró culpable de asesinato y terrorismo y cumple cadena perpetua.
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