
El primero de mayo, después de varios meses de negociación entre la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP, por sus siglas en inglés) y el Sindicato de Guionistas de EE.UU. (WGA, por sus siglas en inglés), rompieron conversaciones y los miles de guionistas del sindicato entraron en huelga.
A partir del martes comenzaron las marchas y protestas de los escritores para películas y televisión, generando que programas de entretenimiento en vivo con formato late-night en Estados Unidos suspendieran sus emisiones en vivo. Sin embargo, a pesar del cese de muchas actividades de producción, los huelguistas han recibido apoyo por parte de otras personalidades del mundo del entretenimiento.
Unas de las principales razones para romper negociaciones con la AMPTP tienen que ver con las condiciones de trabajo y con temas salariales. Desde que se potenció la producción para plataforma de streaming, las productoras han preferido realizar series con cada vez menos capítulos y se les han entregado a las élites del gremio las retribuciones económicas más abultadas.
Por otro lado, la empleabilidad de los guionistas se ha visto reducida, en algunos casos, a corregir o ajustar lo que ya ha sido escrito por inteligencias artificiales, generando así una reducción en el trabajo, sueldo y capacidad creativa. La AMPTP no está dispuesta a ceder en eso. Además, reclaman que se les está pagando como si fueran freelance, por proyecto, y no por cantidad de horas trabajadas.
Esta huelga es la primera desde la de 2007, que generó un paro de más de 100 días y miles de millones de dólares en pérdidas. Y aunque no se espera un retraso significativo en cuanto a las películas que se desarrollan este año, sí puede presentarse una afectación más fuerte a las series que se encuentran en desarrollo y estreno.