Cortesía: BBC News
El fenómeno global de las extensiones de pestañas ha llevado esta moda incluso a ser vendida en máquinas expendedoras en Japón, pero con su crecimiento también ha surgido una preocupación entre los especialistas de la salud. El Colegio de Oftalmólogos del Reino Unido y recientemente el Ministerio de Salud japonés, han expresado inquietudes sobre los riesgos asociados con el uso frecuente de pestañas postizas, señalando un aumento de infecciones oculares como consecuencia de esta práctica.
Aunque las extensiones de pestañas bien realizadas pueden mejorar la apariencia, los tratamientos no regulados presentan serios riesgos para la salud ocular. Expertos advierten que el peso constante de las extensiones puede dañar los folículos pilosos y provocar la caída permanente de las pestañas naturales, además de aumentar el riesgo de inflamación, conjuntivitis y daños en la córnea.
El doctor Kajita destaca que el peor escenario es la posibilidad de infecciones oculares graves que podrían resultar en pérdida de visión, subrayando la importancia de buscar profesionales con licencia para evitar estos riesgos: «por ejemplo, si las pinzas dañan el ojo durante el procedimiento o si la extensión no está bien adherida, puede haber una infección que en caso de agravarse el paciente puede perder la vista».
La preocupación por la seguridad y los posibles efectos adversos de las extensiones de pestañas resalta la importancia de la concientización sobre los riesgos asociados con las prácticas de belleza no reguladas.
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