
El Mandatario distrital de Medellín, Daniel Quintero, aseveró que utilizar niños para mendigar en las calles es un delito por instrumentalización de menores, y le pidió al Instituto de Bienestar Familiar restablecer sus derechos: “Esos niños que deberían estar en el colegio y que estas personas, así sean indígenas, los utilicen para hacer plata, tienen que pasar al trabajo del ICBF. Traiga los problemas que tenga que traer, porque estamos hablando del futuro de los niños”. Cabe mencionar que los menores pertenecientes a la población indígena están bajo la jurisdicción de sus respectivos cabildos; sin embargo, el alcalde señaló que si se encuentran en la ciudad deben acatar las normas de la autoridad tradicional.
En un censo que llevó a cabo la Personería Distrital de Medellín, se denunció que la mendicidad de la población indígena en la ciudad es crítica, con un aproximado de 582 comuneros, de estos, 245 son menores de edad, especialmente mujeres y niños. Las comunas donde se reportan mayor concentración de esta población son, El Poblado, Guayabal y La América.
La Administración Distrital asegura que han aumentado los controles contra la explotación de menores con fines lucrativos; No obstante, según la Personería, esta problemática se ha extendido a otras zonas como La Candelaria, el Parque Berrío, la Avenida Oriental con Caracas, La Playa con El Palo y El Palo entre La Playa y Maracaibo.