Reaparece la Primera Línea en un Paro Nacional a Medio Pulso
La mañana del miércoles 28 de mayo de 2025 en Bogotá llegó con barricadas y un aire de tensión contenida. La ciudad, centro neurálgico de una jornada más del **paro nacional**, fue testigo de la reaparición de la **Primera Línea**, aunque con una participación ciudadana que estuvo lejos de lo esperado.
Desde las primeras horas, integrantes de este colectivo instalaron bloqueos en puntos estratégicos como la **Avenida Caracas**, la **Calle 80** y la **Avenida Suba**. Sus acciones, al levantar barricadas y entorpecer la movilidad, provocaron congestiones que afectaron duramente el servicio de **TransMilenio**, perjudicando a cerca de 500.000 usuarios con cierres en estaciones clave como **Portal 80**, **Quirigua**, **Banderas** y **Corferias**. Esta movilización se enmarca en el apoyo a las reformas sociales impulsadas por el presidente Gustavo Petro, especialmente tras el reciente rechazo del Senado a la consulta popular y la caída de la reforma laboral. Para sus participantes, la protesta es un reflejo del malestar creciente frente a lo que califican como un bloqueo institucional desde el Congreso.
Las autoridades respondieron con una estrategia de contención que involucró a más de 36.000 efectivos de la Fuerza Pública desplegados en todo el país. En Bogotá, la presencia policial tuvo como objetivo garantizar el derecho a la protesta pacífica, pero también prevenir posibles infiltraciones o actos violentos vinculados a la **Primera Línea**. El ministro de Defensa reafirmó el compromiso estatal de permitir la manifestación siempre que esta no perturbe el orden público, advirtiendo que cualquier alteración será sancionada conforme a la ley.
El saldo hasta el momento muestra una jornada con bloqueos significativos pero con una asistencia masiva diluida, en contraste con convocatorias anteriores. ¿Es esta disminución un indicio de desgaste o una pausa estratégica? Mientras Bogotá vuelve a sus ritmos con más preguntas que certezas, la presencia de la **Primera Línea** resuena como un recordatorio implacable del pulso social que aún palpita bajo la superficie.