Foto: Oficina de Prensa del Gobierno de Israel
Durante más de cuatro meses, desde el ataque terrorista de Hamás en Israel, que naciones como Estados Unidos y organizaciones como la ONU han hecho insistentes llamados para solucionar el conflicto a través de la solución de dos Estados. El Gobierno israelí también ha sido insistente en que no apoya la idea, pero declaraciones recientes serían más contundentes y alarmantes ante la mirada internacional.
Las alertas de violencia en la Franja de Gaza han hecho que más países se unan al llamado por un cese al fuego definitivo y la liberación de los rehenes en el poder de Hamás. Este camino parece, por momentos, ser el elegido por ambas partes, pero la violencia sigue creciendo.
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Este lunes, después de la insistencia de sus aliados estadounidenses, Israel aseguró que no permitirá cierto tipo de presión internacional para terminar con el conflicto. El primer ministro Benjamin Netanyahu señaló que hay “un intento de imponernos unilateralmente el establecimiento de un Estado palestino que pondría en peligro la existencia del Estado de Israel”.
“Lo rechazamos absolutamente”, aseguró el primer ministro al afirmar que presentó al Gobierno una decisión declaratoria que especificaba que Israel se opondría al intento de imposición unilateral del establecimiento de un Estado palestino, y que fue aprobada por todos los miembros del mismo.
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La confirmación se dio tras la reunión de esta mañana del Consejo de Gobierno, en el que se anunció que la declaratoria pasará a manos del Knesset. Además, Netanyahu expresó que, de darse un acuerdo, “este se logrará únicamente mediante negociaciones directas entre las partes, sin condiciones previas”.
“Con o sin un asentamiento permanente, Israel mantendrá pleno control de seguridad sobre todas las zonas al oeste del río Jordán. Por supuesto, esto incluye a Judea y Samaria y la Franja de Gaza”, aseguró el mandatario, quien hasta ahora no se había pronunciado frente a las declaraciones de sus ministros de construir asentamientos en Gaza.
