📸 Imagen cortesía
¿Maltrato en el silencio rural?
El Carmen de Viboral, Antioquia. En la noche del 15 de septiembre de 2025, un criadero clandestino en la vereda Alto Grande fue escenario de un rescate que sacudió la paciencia y la sensibilidad colectiva: casi 30 perros, muchos de ellos cachorros de raza Pomerania, fueron encontrados en condiciones precarias y abandono.
Ese lugar olvidado por la ley y la conciencia albergaba a los animales en espacios reducidos, sin acceso al agua, y con signos visibles de maltrato. La denuncia ciudadana, una voz que no se quedó callada ante tanta indiferencia, provocó la movilización de las autoridades locales: la Secretaría de Agricultura y Medio Ambiente, la Secretaría de Gobierno y la Policía Nacional, quienes tejieron un operativo coordinado para irrumpir en la finca y liberar a los canes.
El propietario cedió voluntariamente los animales, que ahora esperan en custodia para recibir atención veterinaria y una nueva oportunidad mediante la adopción. Sin embargo, esta historia no es solo de rescate, sino de grietas en el sistema de protección animal que permiten la proliferación de criaderos clandestinos, donde el silencio es cómplice.
¿Podrá la justicia y la sociedad mantener abierta la puerta a estos gritos olvidados en la zona rural? Mientras tanto, los perros, bibliotecas de dolor y esperanza, quedan a la espera de un destino que honre su vida y dignidad.