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¿Aguardiente a precio de contrabando?
Este 9 de septiembre de 2025, la espuma del mercado licorero en Colombia se agita con la posibilidad de un salto abrupto en el precio del aguardiente, la emblemática bebida colombiana. La reforma tributaria que el Gobierno nacional ha puesto sobre la mesa del Congreso en Bogotá amenaza con encarecer la botella de 750 ml hasta en un 62%, según cifras del mismo sector.
La propuesta, que busca recaudar 435.800 millones de pesos adicionales para apuntalar el presupuesto estatal de 2026 y sostener la estabilidad macroeconómica, aumenta el IVA de las bebidas alcohólicas del 5% al 19%, y eleva los impuestos al consumo de forma significativa. Este cambio no es menor: hoy una botella promedio ronda los 40.000 pesos, de los cuales 17.500 se destinan en impuestos. Con la reforma, esa cifra podría saltar a 65.000 pesos, más de 33.000 en gravámenes, casi el doble.
Los expertos del gremio licorero no ocultan su alarma. Esteban Ramos Maya, gerente general de la Fábrica de Licores de Antioquia, advierte que este incremento “podría encender la llama del contrabando y la adulteración, dañando no sólo las finanzas regionales sino también la salud pública”. En sus palabras, un aumento del 60% en el precio haría que el aguardiente formal sea inaccesible para muchos, empujándolos hacia opciones ilícitas y riesgosas. Por su parte, Luz María González de Dislicores enfatiza que esta presión fiscal “excesiva” puede orillar al consumidor a cambiar el aguardiente por productos más baratos, pero sin garantías sanitarias, un salto al vacío para la salud colectiva.
Desde Caldas, Diego Angelillis, gerente de la Industria Licorera de su región, califica el impacto potencial como “devastador”, anticipando un efecto dominó en la producción y la economía local.
Este lunes, mientras el Congreso debate, la moneda está en el aire y el futuro del aguardiente colombiano pende de un hilo. ¿Podrá la bebida nacional resistir el embate fiscal sin caer en manos ilegales? ¿O la subida de impuestos provocará un vacío que sólo el contrabando llenará? La respuesta tendrá consecuencias que van más allá del bolsillo: un sector clave y la salud pública esperan, con incertidumbre, que las autoridades decidan con prudencia.