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¿Doble militancia o error administrativo?
Este martes 28 de octubre de 2025, la Registraduría Nacional del Estado Civil sacudió la precampaña presidencial al poner en duda la candidatura de Daniel Quintero Calle, exalcalde de Medellín.
En la capital colombiana, el registrador delegado en lo electoral, Jaime Hernando Suárez Bayona, envió una carta a los representantes legales de la Unión Patriótica, el Polo Democrático y el Partido Comunista Colombiano. En ella, se solicitaba aclarar la participación de Quintero en la consulta popular del pasado 26 de octubre, donde había sido inscrito como precandidato presidencial. Lo que está en juego: la posible violación del artículo 7 de la Ley 1475 de 2011, que prohíbe a quien participe en una consulta inscribirse después como candidato por otro movimiento o grupo ciudadano.
La polémica nace porque, aunque Quintero anunció su retiro del Pacto Histórico, su nombre seguía en el tarjetón de la consulta interna —ya impresa— y, según la Registraduría, no hubo renuncia formal previa a la votación. En palabras de Suárez Bayona, “los resultados de estas consultas son obligatorios y vinculantes”. Esto podría implicar una inhabilidad para inscribir su candidatura bajo el grupo significativo “Reset Total Contra el Narco y los Corruptos” para las elecciones de 2026.
Quintero, por su parte, defiende su postura, afirmando que su salida del Pacto Histórico respondía a un “riesgo jurídico”. Un argumento que no despeja la sombra de la duda: ¿su participación en dos movimientos simultáneos configura realmente doble militancia? ¿O estamos frente a un desencuentro entre procedimientos administrativos y la dinámica política de las precampañas?
Esta controversia no solo plantea interrogantes legales, sino que también refleja la tensión entre los límites reglamentarios y la voluntad política. La ciudadanía observa expectante cómo se resolverá esta encrucijada donde asuntos de fondo, como la transparencia y la legitimidad electoral, son puestos a prueba.
Mientras tanto, el tiempo avanza y la incertidumbre se instala. ¿Logrará Daniel Quintero esclarecer su situación antes de que se cierre la ventana electoral? ¿O este episodio erosionará su aspiración presidencial desde sus inicios? En esta batalla por el voto, la batalla por la claridad jurídica parece ser la primera jugada decisiva.


