📸 Imagen cortesía @DIM_Oficial
[UN NUEVO LATIDO PARA EL “ATANASIO”]
Un estadio que promete ser más que concreto y gradas.
21 de octubre de 2025, Medellín. El corazón futbolero de la ciudad late con la promesa de un estadio de “talla internacional” que resurgirá de la historia del Atanasio Girardot, bajo el timón decidido de Federico Gutiérrez y con fondos públicos municipales.
En las últimas décadas, el Atanasio, construido hace 72 años, se ha vuelto testimonio de glorias pero también de desgaste. Goteras que surcan la tribuna occidental, pasillos y graderías que portan el peso de los años dejaron al descubierto la urgencia de un cambio. Lo que antaño fue escenario de epopeyas, hoy es un espejo de infraestructura deteriorada, semilla para la esperanza de la renovación.
La administración precedente había apostado por una vía privada con Asociación Público-Privada (APP), un camino que quedó congelado en junio de 2024. Esta nueva promesa nace entonces desde las arcas públicas, modesta en lenguaje pero ambiciosa en alcance. ¿Será una remodelación completa? ¿Un estadio reconstruido desde cero? Los detalles se mantienen en un enigma cautivante.
Federico Gutiérrez, voz oficial desde su trinchera digital en X, dirigió este pulso anunciado a los hinchas de Atlético Nacional e Independiente Medellín, los guardianes de ese templo deportivo. La Alcaldía, encargada de dar vida a este proyecto, se mantendrá en el epicentro de esta transformación, mientras los días cercanos prometen revelar el mapa preciso de este renacer.
El miércoles 22 de octubre de 2025 marcó el inicio de una espera activa. Medellín observa, entre la memoria y la expectación, cómo su estadio emblemático intentará reconciliar pasado y futuro en una apuesta que involucra al poder público, a la pasión futbolera y al sueño de un espacio digno para el deporte y la identidad ciudadana.
Mientras tanto, entre la estructura técnica y la ratificación política, surge la pregunta inevitable: ¿podrá este proyecto ser la respuesta a tanto desgaste y desatención, o solo será un nuevo capítulo en la dilación histórica de la infraestructura deportiva? Los ojos están puestos y el reloj corre.
Pero el estadio, con su promesa, ya empezó a resguardar el silencio previo a la euforia que vendrá.
