¿Aranceles a salvo o en jaque?
En la tarde del jueves 29 de mayo de 2025, un tribunal federal de apelaciones de Estados Unidos abrió un respiro para el presidente Donald Trump al permitir que sus **aranceles a las importaciones** sigan vigentes, mientras se revisa a fondo la disputa legal que enfrentan estos gravámenes. Esta decisión provisional cubre impuestos a productos como acero y aluminio provenientes de países tan diversos como México, Canadá y China.
El epicentro del conflicto es un fallo reciente del Tribunal de Comercio Internacional de Nueva York, que declaró “ilegal” la imposición de estos aranceles. Según ese tribunal, Trump se habría excedido al usar la Ley de Poderes Económicos para Emergencias Internacionales (IEEPA) de 1977, fundamento legal con el que justificó las tarifas “recíprocas” que afectan sectores claves de la industria estadounidense. Esa sentencia representaba un golpe directo a una de las piedras angulares de su política comercial y promesas de campaña.
Sin embargo, la Casa Blanca no tardó en responder. Al día siguiente del revés, apeló la resolución y logró detener la anulación mientras la Corte de Apelaciones del Circuito Federal de Washington evalúa nuevamente el caso. Gracias a esta pausa judicial, los aranceles siguen en vigor, pero el conflicto legal podría prolongarse hasta llegar a la Corte Suprema en las próximas semanas, generando incertidumbre en mercados y negociadores internacionales.
Trump, por su parte, ha defendido con firmeza estas tarifas, argumentando que son necesarias para proteger la industria y los empleos estadounidenses frente a la competencia de países como China. Incluso anunció, el viernes 30 de mayo, su intención de elevar al 50% los impuestos sobre ciertos productos, una medida que profundiza la tensión con socios comerciales y pone en tela de juicio los efectos a largo plazo de su estrategia arancelaria.
Por ahora, mientras la disputa legal se dilata, el país y sus socios comerciales navegan en la incertidumbre: ¿podrán estos aranceles resistir el escrutinio judicial y político? ¿A qué costo para la economía global y la confianza entre naciones? La historia sigue escribiéndose, entre apelaciones y anuncios, en una encrucijada que va más allá de números y leyes para tocar el pulso de una política comercial aguerrida y controvertida.