📸 Cortesía: Alcaldía de Medellín
# ¿Otra jornada a medio andar?
Este miércoles 29 de octubre de 2025, en el Valle de Aburrá, la movilidad vuelve a ser una restricción palpable para muchos conductores. Los vehículos particulares con placas terminadas en 1 y 8, así como las motocicletas que inicien con esos mismos números, deberán permanecer fuera de las vías públicas desde las 5 de la mañana hasta las 8 de la noche. La medida afecta además a los taxis con placa terminada en 9, una excepción que añade complejidad a la dinámica urbana habitual.
La regulación, vigente en Medellín y su área metropolitana —incluidos municipios vecinos— es una estrategia que busca alivianar el tránsito saturado que se ha vuelto crónico en esta región. Sin embargo, no todas las calles están sujetas al pico y placa. Vías centrales como el Sistema Vial del Río, que comprende la Autopista Sur y la Avenida Regional, junto a la Avenida Las Palmas, la Avenida 33, la Calle 10 y las zonas rurales de los cinco corregimientos de Medellín, quedan exentas. Por su parte, los municipios de Bello e Itagüí mantienen reglas propias, ajustando la restricción en vías determinadas según criterios locales.
¿Cuál es el propósito detrás de esta medida que tantos conocen y critican? Más allá de la aparente incomodidad para miles de conductores, el objetivo es claro: descongestionar el tráfico, facilitar los desplazamientos diarios y, quizás con mayor urgencia, aminorar la contaminación que persiste como una sombra gris sobre la región. A pesar de su severidad, no se aplica de igual manera a todos: quedan excluidos los vehículos de carga, transporte de alimentos, los de emergencia y, destacadamente, los automotores híbridos, eléctricos o convertidos a gas natural, siempre que su documentación esté en regla.
Así, mientras la rutina diaria se ajusta a esta norma, queda abierta la pregunta sobre la eficacia real de estas restricciones. ¿Podrán realmente desahogar un sistema vial que parece estar al límite? ¿O únicamente profundizan la sensación de encierro bajo un tráfico que no cesa? Este miércoles, la ciudad se mueve, pero también se detiene, en un juego de placas que define el pulso de la vida urbana.


