Apropósito de que el 10 de marzo se celebró el día Internacional de las Juezas, hoy hacemos énfasis en el apóstol Santo Tomás, el patrono de los jueces, arquitectos, constructores y teólogos, este seguidor de Cristo se le identifica porque está representado por una lanza y una regla.
Usualmente lo recordamos por el discurso que tuvo con Jesús en el que el apóstol dudando de la resurrección de Cristo decidió poner su dedo en el costado y comprobar si era real lo que estaba viendo, sin embargo, Jesucristo le responde: “¿Has creído porque me has visto? Bienaventurados los que no han visto y sin embargo creen.” (Juan 20:29).
Creer en santos o patronos es una tradición que viene desde el Antiguo Testamento y por lo general, suelen ser relacionados como modelos a seguir, además de interceder y conceder favores, también son referentes para imitar en la vivencia de virtudes y valores.
Cabe aclarar que incluso aquellos que no tienen trabajo o una profesión definida tienen la oportunidad de encomendarse a San Judas Tadeo o San Cayetano, encomendando así, los favores y la protección deseada.