Millones de canguros de Australia podrían morir de hambre si no se controla su propagación; para esto, ecologistas consideran que matar algunos de estos animales podría ser la única solución para mitigar el incremento de su población y la escasez de comida.
Según comenta la ecologista Katherine Moseby, sacrificar canguros y destinarlos a la carnicería sería una de las opciones más viables para ahorrarles sufrimiento y controlar así su población. Además, la ecologista agrega que: “Entran en los baños públicos y hasta comen papel higiénico”.
Cuando el alimento es abundante, el número de canguros puede aumentar a decenas de millones, sin embargo, su número también disminuye de manera masiva cuando hay escasez de comida.
El canguro es considerado como un símbolo nacional, pero las especies más comunes no están en peligro de extinción. Esto significa que pueden ser cazadas con previa autorización en la mayor parte del territorio.
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