📸 Cortesía: Presidencia
Gobierno en la encrucijada fiscal
Este lunes 9 de junio de 2025, el **Consejo Superior de Política Fiscal (Confis)** deberá decidir si activa la **cláusula de escape** de la **Ley 1473 de 2011**, suspendiendo temporalmente la **regla fiscal** en Colombia.
El Ejecutivo de Gustavo Petro enfrenta un escenario económico enrarecido: un déficit fiscal que se proyecta superar el 5,1% del PIB, con riesgo de escalar a más del 7%. La decisión del Confis, un órgano decisivo para la estabilidad macroeconómica, podría permitir incumplir las metas fiscales previstas, huyendo momentáneamente de las restricciones legales impuestas para garantizar la sostenibilidad financiera. Pero esta excepción no es una concesión ligera: debe ir acompañada de un plan detallado para regresar cuanto antes al equilibrio presupuestal.
La **regla fiscal** ha sido tradicionalmente la línea roja que limita el endeudamiento desenfrenado y previene el desgaste de la confianza internacional. No obstante, la **cláusula de escape** ofrece cierto respiro cuando emergen circunstancias extraordinarias —desastres naturales, crisis sociales o economicidad urgente— como es el caso ahora. En un contexto de bajo crecimiento económico, caída en la recaudación tributaria y fuga de inversión extranjera, la presión sobre las finanzas públicas ha tensado esta cuerda más allá de lo esperado.
El aviso no tardó en perturbar a los mercados y encender alarmas en el sector financiero, donde se teme un alza en el costo de la deuda y un eventual golpe a la calificación crediticia de Colombia. El dilema parece claro: ¿riesgo inmediato de inestabilidad financiera o apuesta a ganar espacio para maniobrar en una coyuntura crítica? Mientras tanto, la población observa con incertidumbre qué implicaciones tendrá para los servicios públicos, la inversión social y la credibilidad del país ante el mundo.
En este tablero complejo, la ciudadanía y los analistas esperan respuestas claras y transparentes que justifiquen tanto la activación de la excepción fiscal como el plan de retorno a la regla. Lo que está en juego no es solo un porcentaje del PIB, sino el delicado equilibrio entre responsabilidad fiscal y las necesidades urgentes de un país en busca de estabilidad. ¿Podrá Colombia superar esta tormenta sin perder el rumbo?
