📸 @JuanManSantos / @AlvaroUribeVel / @IvanDuque
# ¿Democracia en jaque? Santos, Uribe y Duque se unen contra la consulta popular decretada por Petro
Un inusual consenso.
Este miércoles 4 de junio, en una muestra pocas veces vista en la política colombiana, los expresidentes **Juan Manuel Santos**, **Álvaro Uribe Vélez** e **Iván Duque** coincidieron en una sola voz para rechazar la intentona del presidente **Gustavo Petro** de convocar una **consulta popular vía decreto**. Lo que para muchos es una maniobra institucional, para ellos representa una amenaza directa a la democracia colombiana.
La polémica nace cuando Petro, desobedeciendo el rechazo expresado por el Senado de la República hace apenas tres semanas, insiste en avanzar con la consulta mediante un decreto ejecutivo. Este acto ha encendido alarmas en los sectores políticos tradicionales, que ven en esta jugada un intento de saltarse los cauces establecidos para la toma de decisiones de esta naturaleza.
Pese a su pasado político y las profundas diferencias que los han enfrentado durante años, Santos, Uribe y Duque encontraron un terreno común: la defensa de las instituciones democráticas. El expresidente **Álvaro Uribe**, líder emblemático del partido **Centro Democrático**, fue directo: «Colombia hoy enfrenta una amenaza democrática que requerirá decisiones oportunas de las instituciones Constitucionales». Su mensaje es claro, pero también urgente: «El país debe alertarse para frenar la nueva arremetida contra las instituciones y la ciudadanía».
Santos, que en otros momentos protagonizó un pulso frontal con Uribe, especialmente en torno al proceso de paz que él impulsó y que Uribe cuestionó, optó por un discurso conciliador ante esta coyuntura. Si bien defendió la legalidad y validez del Acuerdo de Paz, subrayó que «lo que el país necesita en estos momentos es que todos los expresidentes nos unamos para defender nuestra democracia». Un llamado a la unidad que no pasa desapercibido en un ambiente tan polarizado.
Desde México, donde permanece, Iván Duque se sumó al rechazo y definió la medida de Petro como «un nuevo intento de quebrantar las instituciones democráticas de Colombia». Además, advirtió que el mandatario «está obsesionado con una consulta que no tiene respaldo institucional», insinuando que este proceder podría convertirse en un precedente peligroso para el sistema, un atajo que vulneraría las reglas del juego político establecidas.
Lo que parece claro es que la tensión entre el Ejecutivo y el Legislativo no solo revela fracturas políticas, sino que también pone en evidencia el vacío de confianza que se agudiza en torno a los mecanismos democráticos del país. ¿Estamos ante un punto de inflexión donde las instituciones sucumban a la confrontación? ¿O se abrirá un camino para que el diálogo y la transparencia prevalezcan?
Mientras tanto, la ciudadanía observa esta inédita convergencia con suspicacia y espera que la democracia colombiana no se diluya entre decretos y desencuentros. La historia política está escrita, pero su futuro, aún en disputa, desafía a todos a reflexionar sobre el verdadero precio de preservar una institucionalidad sólida y respetada.