
La mañana de este jueves 20 recibió en Kiev a Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, quien llegó al país de sorpresa para muchos. Se le vio visitando los monumentos ya realizados en honor a los soldados que han caído en la guerra que Ucrania vive en este momento.
Esta es la primera vez que Stoltenberg visita el país desde que comenzó la guerra, y tendría que ver mucho con el hecho de que Ucrania no es país miembro de la OTAN. Para Rusia, esto era lo ideal, puesto que significa que ningún otro país miembro, por más aliado a Ucrania que fuera, podría unirse a la guerra para combatir la invasión liderada por Putin.
Las autoridades oficiales ucranianas han reclamado su ingreso a esta Alianza Atlántica con vehemencia, pero en pro de evitar una tercera guerra mundial, los países más poderosos han estado dilatando las conversaciones. Sin embargo, la visita de Stoltenberg a este país le podrían cambiar el rumbo de esta decisión.
Según anunció el dirigente, se espera que para julio de este año se adelanten los debates necesarios para preparar una posible entrada de Ucrania al organismo. Volodimir Zielinski, presidente ucraniano, legitima sus intenciones de ingresar, precisando que Ucrania como nación democrática corre peligro.
Stoltenberg, a pesar de dar sus indicios sobre la aceptación de Ucrania, también recordó la millonaria suma que han aportado los países miembros en favor de los ucranianos para luchar en esta guerra. Más de 65 mil millones de dólares han sido proporcionados durante este año de conflicto armado, sobre todo en armamentística como tanques.