El próximo 30 de mayo, Tigo-UNE llevará a cabo una asamblea para discutir sus estados financieros, pues durante el año 2022, la compañía reportó pérdidas por un total de $473.813 millones. Además, en el primer trimestre de 2023, el balance también fue negativo, con resultados desfavorables en indicadores como la utilidad operativa y el Ebitda, que registraron caídas del 19% y 6,2% respectivamente.
Este año el flujo de caja libre también experimentó una contracción de US$17 millones, alcanzando un resultado de US$84 millones en el primer trimestre, en comparación con los US$101 millones del mismo período del año anterior. En dicho trimestre, la compañía informó tener 40,5 millones de clientes, de los cuales 21 millones son usuarios de 4G.
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La asamblea convocada tiene como objetivo revisar la situación financiera y proyecciones de la compañía, así como definir las acciones a tomar, incluyendo iniciativas de generación de caja, créditos y capitalización.
Es importante destacar que el alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, presentó en múltiples ocasiones el proyecto de enajenación de acciones en el Concejo. Quintero expresó su preocupación por el balance negativo de Tigo-UNE, ya que esto en palabras del alcalde afectaría las finanzas de la ciudad.
Tanto EPM como Millicom son propietarias de acciones de Tigo-UNE, la Alcaldía de Medellín, a través de EPM, posee el 50% de las acciones y, a través del Instituto de Deporte y Recreación, tiene el 0,01%. Millicom, por su parte, tiene el 49,99% de las acciones y ejerce control total sobre la empresa. En marzo pasado, Millicom decidió no repartir dividendos de Tigo-UNE debido a las pérdidas registradas el año anterior.
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