Foto: @naloficialfem
El desempeño de la selección Colombia en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda fue la muestra de que el fútbol femenino del país tiene un nivel muy alto y que podemos ser, como dijeron las jugadoras, una potencia en esta práctica. El primer paso es la consolidación de la Liga Femenina nacional y la dignificación de las condiciones financieras y laborales de las jugadoras. A pesar de esto, parece que el torneo del próximo año no será muy distinto a las ediciones anteriores.
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El primer pedido de las futbolistas profesionales del país es que la Liga dure todo el año, no solo algunos meses, como ha sido costumbre -el torneo de este año terminó en junio, por ejemplo. Desde la Federación y la Dimayor se comprometieron a trabajar para mejorar esto, pero en 2024 no habrá competencias durante todo el año: Fernando Jaramillo, presidente de Dimayor, anunció que el campeonato de fútbol femenino profesional del próximo año se jugará de febrero a septiembre, antes de que comience la Copa Libertadores Femenina.
Aunque sí hay una mejoría respecto a la duración del torneo, resultó decepcionante que tras varias promesas y declaraciones de intenciones de hacer un torneo que dure todo el año, como el masculino, las jugadoras solo podrán competir hasta el mes de septiembre. Según el presidente de Dimayor, uno de los mayores inconvenientes es la falta de recursos económicos y patrocinadores.
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En este aspecto hubo un aporte del Gobierno Nacional: el presidente Gustavo Petro, en el evento en el que se les dio la bienvenida y se homenajeó a las jugadoras de la selección, anunció que serían destinados 8.000 millones de pesos para el desarrollo de la liga profesional femenina. A pesar de esto, el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Ramón Jesurún, declaró que si bien era un buen aporte, realizar la Liga Femenina vale tres o cuatro veces eso, y que son los mismos clubes quienes deben hacerse cargo de los gastos. Aunque está creciendo y avanzando, al fútbol femenino todavía le falta mucho apoyo para alcanzar su verdadero potencial.
