En la Clínica El Rosario, un milagro de amor queda perpetuado en las instalaciones de la sala de parto. Una madre de 31 años dio a luz a su hijo mientras se encontraba en estado de coma. Como dice el famoso dicho, “no hay nada imposible para una madre”, y esta valiente mujer es un ejemplo claro de ello.

La prueba para ella y su familia comenzó hace un año cuando visitó al médico por un fuerte dolor de cabeza. Después de una tomografía, se le diagnosticó un tumor en el cráneo. En uno de los controles para verificar cómo evolucionaba su salud, se percató de que se encontraba en estado de gestación, desde ese momento ella decidió suspender el tratamiento de quimioterapias y darle prioridad a una nueva parte de su vida.

Los primeros seis meses del embarazo se convirtieron en prioridad para su familia, pero su salud manifestó nuevos síntomas de alerta, lo que la llevó a ser internada en la UCI de la Clínica El Rosario. La madre que había decidido poner su salud en pausa para priorizar la de su bebé se encontraba en completo estado de inconsciencia.

Sin embargo, el cuerpo de la madre se aferraba a la esperanza del nacimiento de su hijo. Logrando que, al cumplir las 29 semanas de gestación, naciera en buenas condiciones. Minutos después del nacimiento, ella fue desconectada y falleció en un intercambio de vida.

Un hecho como estos nos recuerda el gran sacrificio que las madres están dispuestas a hacer por sus hijos y en esta historia, aquella mujer no fue la excepción, pues dio todo lo que tenía, incluso su propia vida para dar luz a otra parte de ella; su legado de amor vivirá y traerá consigo la valentía y amor incondicional de su progenitora.

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