Tras cumplirse un año de la masacre en la escuela primaria Robb en Uvalde, Texas, en la que perdieron la vida 19 niños y dos maestras, los familiares de las víctimas y sobrevivientes luchan por superar el trauma, sin embargo, siguen cuestionando el actuar de la policía durante esa mañana del 24 de mayo de 2022.
Fueron 77 minutos los que tardó el equipo de la Patrulla Fronteriza en llegar hasta el lugar de los hechos y abatir al perpetrador de la masacre, identificado como Salvador Ramos, de 18 años. Cabe resaltar que la escuela estaba previamente acordonada por más de 360 agentes armados.
Desde la masacre de Columbine (1999), los protocolos de atención a este tipo de sucesos se modificaron, los cuales autorizan a los primeros agentes armados en llegar al sitio, ir directamente hacia el atacante con el objetivo de neutralizarlo o matarlo.
Desafortunadamente, Salvador Ramos, se refugió en el aula 112 de la escuela, donde pocas personas sobrevivieron.
Continúa en pie una investigación que podría probar si el actuar de los agentes armados, con mayor prontitud, hubiera podido dar un rumbo diferente a esta tragedia, donde murieron 19 niños entre los 7 y 11 años de edad y dos maestras.
De ser esto cierto, se levantarán cargos contra los agentes de una variedad de dependencias federales, estatales y locales.
El distrito escolar de Uvalde cerró permanentemente las instalaciones de la primaria Robb y hay planes para construir una escuela nueva.
Estos trágicos eventos han generado debates acalorados sobre diversos temas, como el acceso a las armas de fuego, la salud mental, la seguridad escolar y la cultura de la violencia. Los defensores del control de armas argumentan que una legislación más estricta podría ayudar a prevenir la facilidad con la que los perpetradores adquieren armas, reduciendo así el riesgo de tiroteos en las escuelas.
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