Maxpaul Franklin, residente de la ciudad de Houston, Texas, se encontraba enfrentando una situación crítica de salud debido a un fallo en su bomba de insulina, lo que propició una severa deshidratación y niveles altos de glucosa en sangre. Por tal motivo, Maxpaul activó la función de «piloto automático completo» de su vehículo Tesla, confiando en que esta innovadora característica podría ser su tabla de salvación.
Su auto, un Tesla Modelo S, respondió rápidamente a la situación de emergencia, tomando el control de forma autónoma y llevándolo a un viaje de 20 kilómetros hacia la sala de emergencias médicas más cercana. Al llegar al centro médico, el Tesla se estacionó de forma autónoma en la entrada de la sala de emergencias, facilitando el acceso rápido de los médicos al nuevo paciente.
A pesar de sufrir un infarto debido al estrés de la situación, Maxpaul recibió atención médica oportuna gracias a la rápida intervención de su automóvil Tesla. Expertos en tecnología automotriz han especulado que este evento podría acelerar el desarrollo y la adopción de características de seguridad avanzadas en futuros modelos de vehículos autónomos.

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