📸 Imagen cortesía Grupos de difusión ciudadana
¿Otra vida truncada en la madrugada?
Este jueves 31 de julio, en la avenida 80 de Medellín, cerca de la estación Floresta del Metro, una mujer perdió la vida al ser arrollada por una van cuyo conductor presuntamente se encontraba bajo los efectos del alcohol.
Pasaban poco más de las 2:30 de la madrugada cuando el vehículo perdió el control, se salió de la vía y subió al separador central, embistiendo un semáforo. La víctima quedó atrapada bajo el automotor, sin posibilidad de sobrevivir. La Secretaría de Movilidad de Medellín informó que la mujer ya no presentaba signos vitales cuando los peritos forenses llegaron al lugar para levantar el cuerpo. Su identidad, por ahora, permanece en reserva.
El conductor fue detenido de inmediato y llevado a una estación policial cercana, donde le realizaron las pruebas de alcoholemia que determinarán su responsabilidad en este fatal accidente. Mientras tanto, la avenida 80 permaneció cerrada en ambos sentidos durante varias horas, provocando un caos vial que recordó la fragilidad de la vida en contraste con la indiferencia de las calles.
Este episodio no es un hecho aislado. En Colombia, conducir bajo la influencia del alcohol continúa siendo una de las causas más frecuentes de muertes en las vías. “Lamentamos profundamente esta pérdida”, declaró un vocero de la Secretaría de Movilidad, “y hacemos un llamado urgente para que se respete la normatividad y se eviten tragedias similares.”
En medio del vacío que deja una vida truncada, queda la pregunta inevitable: ¿qué hará la justicia para que no quede impune tanta irresponsabilidad? La memoria de la mujer atrapada bajo la van exige respuestas y acciones concretas, mientras las autoridades prometen esclarecer los hechos y castigar a los culpables. Pero, ¿será suficiente para detener la cuenta de quienes se van en la oscuridad de la noche?
