“Usted está mal. Muy mal” Nuevo ataque de Leyva a Petro 

  
En la mañana de este miércoles 4 de junio, el excanciller de Colombia, Álvaro Leyva Durán, dio a conocer a través de su cuenta de X, una nueva carta dirigida al presidente Gustavo Petro.  
 
En su extensa misiva, el excanciller Leyva, nuevamente cita episodios bochornosos que habría vivido el presidente Gustavo Petro en tierras extranjeras y hace énfasis en la difícil situación de salud en la que se encuentra el mandatario, razón que según Leyva, es motivo para que se aparte del cargo.  
 
Aquí, algunos de los puntos clave de la carta:  
 
Usted está mal. Muy Mal 
“Es que usted esta mal. Muy mal. Ya no se mide. Perdió los estribos. Y lo sabe. Y para sostenerse, abusa. Incluso se le adivina que el golpe de Estado al cual usted tanto teme y al que reiteradamente alude es un auto golpe que usted quisiera dar descalabrando la nación y arrasando con las instituciones. Todo con el alcance de disfrazar lo inocultable”. 

Adicción e idoneidad de Benedetti  
“¿Será lo anterior el motivo por la que encarga de funciones [sic] de Presidente de la República sin temblarle el pulso al ciudadano Armando Benedetti tras haberle hecho él la siguiente confesión a la periodista Patricia Lara en reciente entrevista: «Yo no quisiera ser adicto pero lo soy»? (Cambio-Poder 27 de abril de 2025). ¿A qué adicción se refiere el entrevistado? ¿De qué podrá tratarse? ¡Por favor Presidente! Los entendidos lo comprenden: al consumo de estupefacientes. Realidad aceptada por él mismo de tiempo atrás. Ni más, ni menos, trátase de la misma afección que usted padece y que tiene hoy al país en vilo. En zozobra. Como que usted no es consciente, no es capaz de entender la gravedad de lo que le viene aconteciendo y de lo que usted viene haciendo. ¿O sí es consciente?” 
 
Escándalo en la Guajira  
“Tenga usted en cuenta que el acontecimiento al cual aludo a continuación se advierte a la opinión pública a partir de que Diego Santos en X señala: “Y eso que Leyva no contó lo que hizo en la gobernación de la Guajira y el estado en que lo sacaron (….). Si eso se contara”. Esto, Gustavo, como resultado del contenido de mis dos primeras cartas dirigidas a usted. Retoma luego lo de Diego A. Santos el señor Jota Jorge Córdoba en X: “Los testimonios que hay son Espantosos. Fuentes del gobierno dptal cuentan que lo recogieron en su propia M… (…), que lo hizo ausentar 2 días (…)”. Y sí ocurrió. Lo debe recordar Presidente. Tuvo lugar en la semana que inició el lunes 26 de junio de 2023. Por fortuna en una de las más que desafortunadas madrugadas fue generosamente asistido por alguien a quien la suerte aporreada la tiene”. 
 
“Enfermo está” 
“Lo anterior debe tenerse en cuenta con toda la seriedad que la situación amerita Presidente. El primero que tiene que asumirlo es usted. Realidad suya insoslayable. Enfermo está. Su estado es de mucha gravedad señor. Si no es así, demuestre lo contrario. No es difícil someterse a una prueba. Y bien sabe que superar su actual condición implica ayuda profesional. 
El país todo tiene que ser consciente de lo que le viene ocurriendo. Veámoslo Presidente; aclarémoslo: ¿Porqué [sic] se pierde? ¿Qué necesidad o necesidades le surgen? ¿Luego, por qué no aparece? ¿Por qué no cumple compromisos? ¿Por qué irrespeta a propios y extraños, ya en Colombia, ya en el exterior, sin consideración de jerarquía o rango alguno? ¿Mentecatos seremos? ¿Mentecatos serán? Qué tal aquello de construir un tren para comunicar la República Popular China con Colombia. ¿Chiste suyo para entretener a Xi Jinping?”  
 
Incoherencia ecuatoriana 
“La noche del 15 de abril desconoció usted de manera oficial la nueva elección de Daniel Noboa Presidente de la República de Ecuador. Respaldó públicamente la versión de un supuesto fraude. Todo ello a contrapelo de los más conspicuos testigos electorales reconocidos internacionalmente. Sin embargo, sin rubor alguno, el 24 de mayo asiste usted a la segunda posesión del reelegido mandatario. Fue a darle consejos. Por una parte, a exigir la liberación de todos los presos políticos. Por otra, a solicitarle que inicie un “diálogo nacional democrático”. ¿Igual al que le viene proponiéndole usted al actual Presidente del Senado de Colombia, señor Presidente Petro? Oso grande el suyo. A la gran mayoría de los enterados, de los que le siguen con cuidado sus pasos, su barrabasada le produjo pena ajena. Continúo Presidente: ¿Por qué se presenta ante las tropas horas después del momento convenido, algo no inusual en usted, vistiendo de manera absolutamente impropia? ¿En aquella poco pintoresca ocasión de marras, de cuál tierra tropical venía? Irrespetuoso usted con nuestra fuerza pública”. 
 
“Hora de irse” 
Ya no más Presidente Petro. Hora de irse. Esto porque en sus manos, en su situación, el país se hunde. El alma de la nación está en pena. Ya se mira y se sufre con angustia el caos moral y político al que usted la ha conducido. No lastimen más a nuestra patria. Benedetti y usted. Y otros abusadores que no es del caso mencionar ahora mismo. Ellos afloran solos.

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