La Casa Blanca y Venezuela llegaron a un acuerdo en materia de migración que permitirá a Estados Unidos deportar libremente a los venezolanos que migren ilegalmente a este país y que no tengan una base legal para permanecer en el país. El Gobierno de Nicolás Maduro acogió esta medida.

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Debido a que Estados Unidos y Venezuela rompieron relaciones diplomáticas en 2019, el país ahora liderado por Joe Biden no podía realizar deportaciones directas hacia Venezuela de migrantes irregulares. Sin embargo, estas actividades de repatriación volverán a ser protagonistas en la relación de ambos países.
La medida constituye un cambio en la política migratoria de la administración de Biden, quien se ha visto flexible en ocasiones con la presencia masiva de migrantes irregulares de Sudamérica en Estados Unidos. Los migrantes venezolanos han contribuido en gran parte al colapso en las fronteras del sur del país.
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Así, de manera ordenada, segura y legal, se realizarán los vuelos de deportación en consonancia con el Gobierno de Venezuela. El Gobierno de Nicolás Maduro aceptó este acuerdo, a pesar de señalar los bloqueos económicos de Estados Unidos sobre el país como la principal causa de migración venezolana, sin contar con que muchos venezolanos abandonaron el país antes de que estos se hicieran efectivos.
A pesar de ello, desde la Cancillería de Venezuela se indicó el compromiso del Gobierno con este acuerdo. “Venezuela desplegará, a través de su programa ‘Vuelta a la Patria’, los recursos necesarios para la atención integral de nuestros connacionales repatriados”, según indica el comunicado que informó la decisión.