📸 Imagen cortesía Fiscalía
¿Cazados en la red de La Terraza?
Este lunes, en Medellín, la Fiscalía General de la Nación ordenó la prisión preventiva de Laura Inés Arroyave Rincón, una pieza clave dentro de la red criminal conocida como La Terraza. Se le señala de reclutar a jóvenes para convertirlos en “mulas” del tráfico de drogas sintéticas hacia varios continentes.
Entre enero de 2019 y octubre de 2022, según el Cuerpo Técnico de Investigación, esta organización tejió una compleja red de envíos de estupefacientes hacia Estados Unidos, Europa, Centroamérica y Sudamérica. La banda captaba hombres y mujeres en municipios de Antioquia, persuadiéndolos para que transportaran la droga oculta en su cuerpo o equipaje, un mecanismo perverso que pone en riesgo a las personas mismas. Arroyave Rincón, con evidencias en mano, habría viajado incluso a Argentina llevando estas sustancias, participando en la comercialización internacional.
La Fiscalía, a través de un fiscal especializado de la Estructura de Apoyo, le imputó el delito de concierto para delinquir agravado con fines de narcotráfico, acusación que ella rechazó en audiencia. Este proceso judicial se inscribe en una ofensiva constante del Estado contra La Terraza, organización que no solo se consolidó en Medellín, sino que extendió sus tentáculos al mundo mediante alianzas ilícitas y la externalización de su logística criminal.
Durante el 2025, la presión estatal se intensificó con allanamientos y capturas selectivas de líderes y operadores esenciales. Estas acciones ya empiezan a socavar el entramado financiero y la operatividad de la banda. La Fiscalía ha confirmado que al menos 30 miembros de La Terraza han sido detenidos, una cifra que refleja un golpe significativo, pero que también pone en evidencia el tamaño y la peligrosidad de esta red.
¿Será suficiente este golpe para desbaratar la maquinaria criminal o la sombra de La Terraza seguirá alargando su poder más allá de Antioquia? La justicia sigue en el filo, mientras las vidas de jóvenes atrapados en esa telaraña siguen vulnerables.
