
Ante la crisis desatada por la pandemia y la guerra entre Ucrania y Rusia, algunas bancas centrales, entre ellas las de Corea del Sur, Singapur y Nueva Zelanda, han iniciado desde el pasado año el endurecimiento de sus políticas monetarias, determinando la necesidad de incrementar las tasas de interés, dejando de lado estímulos post pandemia, para controlar el fenómeno inflacionario desatado por el incremento de los precios de insumos a nivel mundial.
Contrario a las determinaciones de aquellas bancas, las economías mayores del continente asiático, China y Japón, le han apostado a la recuperación y el crecimiento, manteniendo los estímulos post pandemia.
En el sudeste asiático, economías como las de Tailandia, Indonesia y Malasia, mantienen las subvenciones estatales (estímulos) y los controles de precios de sus mercados internos, aliviando la presión sobre sus bancos centrales al contener con ello la presión inflacionista, sin embargo no descartan tener que acudir a esta medida; la banca central de Taiwán, contrario a éstas, el mes pasado endureció su política monetaria al subir sus tasas de interés, y algunos economistas esperan que se produzcan más subidas este año.
Otras potencias económicas atacan diferente el fenómeno por ahora, Estados Unidos, endureció su política económica desde el pasado año, subiendo su tasa de interés, mientras Australia y la India, siguen la política de las bancas del sudeste asiático, pensando en apuntar a su recuperación.
Difíciles momentos se esperan para las economías mundiales.
Por: Daniela Posada.