Cortesía: Xinhua
Demostrado una vez más su destreza en ingeniería con la reciente inauguración del Enlace Shenzhen-Zhongshan, China convierte una obra maestra en un logro de 10 récords mundiales.
Situado en la ciudad de Shenzhen, este impresionante puente y túnel submarino conecta dos islas y reduce el tiempo de viaje entre Shenzhen y Zhongshan de más de una hora a solo 30 minutos. Con una extensión de 24 kilómetros y ocho carriles, permite a los conductores movilizarse a una velocidad máxima de 100 kilómetros por hora, ofreciendo un gran beneficio para la movilidad de los ciudadanos.

El Enlace entre las ciudades se extiende sobre el río Perla, el tercer río más largo de China, y combina arquitectura avanzada con tecnología de punta. De sus muchos logros, esta arquitectura tiene el tramo principal de puente colgante de viga de caja de acero más largo del mundo, 1,666 metros, y el túnel de tubo sumergido de ocho carriles con una longitud de 5,035 metros. Además, ostenta la plataforma de puente más alta del mundo con una altura de 91 metros, convirtiéndolo en el puente colgante más grande del mundo.

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La obra, que tomó siete años en completarse, destaca también su capacidad de firmeza, como lo demuestra la prueba de resistencia al viento más alta del mundo para un puente colgante, con una velocidad máxima de 83.7 m/s. Con estos avances, China reafirma su posición como líder mundial en infraestructuras, marcando un hito en la historia de la ingeniería y beneficiando a millones de ciudadanos.


